lunes, 10 de enero de 2011

Una pelea entre mujeres en un bar de Burjassot acaba en una batalla campal

La Policía calcula que más de cien personas se reunieron en torno al local jaleando e insultando

L. P. S. BURJASSOT
"Parecía un partido de fútbol, de tanta expectación que levantó". La terraza de un bar de Burjassot se convirtió el sábado en el escenario de una auténtica batalla campal entre la dueña del local y varias clientas, a quienes se unieron miembros de ambas familias, tanto para ayudarlas, como para observar y animar la pelea con insultos y amenazas. Tanto es así, que según cálculos de la Policía Local de Burjassot, se reunieron más de cien personas que jaleaban en torno al bar, de nombre Gramola y situado en el cruce de la carretera de Llíria con la calle Primero de Mayo de Burjassot.
Todo empezó sobre las 12:00 horas cuando el hijo de una de las clientas-que estaba en la terraza del bar fumando-entró al local para coger servilletas. Los dueños del establecimiento echaron al menor del bar "porque ya habían tenido algunos pequeños problemas con él", según ha podido saber este periódico. Varios testigos presenciales indicaron que la gerente del local tomó al niño, de unos seis años, del brazo para que saliera del bar. La madre del menor, "creyendo que había dañado a su hijo", montó en cólera y ahí empezaron los problemas.
Lo que empezó como una discusión entre ellas, acabó en una fuerte pelea donde llegaron a las manos. Sillas por el aire, mesas rotas, cristales destrozados, arañazos y mechones de pelo en el suelo fue el resultado de la reyerta. Pero no fueron las únicas implicadas.
Los hijos menores de la dueña del bar y su marido también se involucraron en la pelea, que ya no era sólo contra la madre del niño, también contra las amigas de ésta, quienes se vieron arropadas por la multitud de familiares, vecinos del barrio 613 de Burjassot, que acudieron al lugar de los hechos.
Cuando la policía llegó, tuvo que separar a las mujeres, que se arañaron la cara y se arrancaron mechones de pelo, según fuentes consultadas por este periódico. Además, encontraron al gerente del bar con una barra de hierro con el que se defendía del ataque.

Cordón policial
Ante la situación, los agentes formaron un cordón policial para así frenar la reyerta y para evitar que las implicadas se hicieran heridas más graves, porque "la escena daba miedo", explicaron ayer diferentes vecinos que presenciaron la estampa.
De hecho, familiares y conocidos de la madre del niño amenazaron de muerte a los dueños del bar. "¡Tenéis que iros de aquí! ¡Os vamos a matar y os vamos a quemar el bar!", gritaban, según fuentes de toda solvencia.
La Policía escoltó a los dueños del local hasta el centro de salud, donde la mujer fue atendida por "heridas sangrantes en la cara".
Otras fuentes no oficiales aseguraron que la madre del menor que fue a por servilletas también fue atendida por sanitarios.
Durante toda la noche del sábado la Policía ha estado vigilando la zona y ayer todavía había fuerte presencia policial en los alrededores donde sucedieron los hechos.
El bar en cuestión está cerrado desde el mediodía del sábado y ayer, la persiana continuaba bajada. En la terraza quedaban varias sillas rotas.
El tema de conversación en las calles de Burjassot no era otro que la sonada pelea. "Eso era para grabarlo; una locura total", cuentan los vecinos, quienes se arremolinaban en corrillos para hablar.
Pese a la aparatosa situación, al cierre de esta edición ninguna de las partes había presentado denuncia ni se había procedido a detener a nadie.

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