jueves, 19 de agosto de 2010

Shutter island

miércoles, 11 de agosto de 2010

La obra de un tramo de la A-7 en la Costa de Granada se queda parada por problemas de presupuesto

La Costa, que aún no se había recuperado del daño de ver el tramo de A-7 La Gorgoracha-Puntalón paralizado, tiene ahora que afrontar un nuevo varapalo: las obras del tramo Puntalón-Carchuna se han suspendido por problemas con el presupuesto. Así, el litoral granadino que hace menos de un mes salió a la calle para reivindicar la finalización de la Autovía del Mediterráneo, tiene ahora que asimilar otro golpe, la paralización de otro tramo que sumará probablemente más retraso a la fecha que el Gobierno mantiene: 2012.
Fuentes cercanas a Acciona, encargada del Puntalón-Carchuna, han explicado que la empresa se marcha y deja la construcción del tramo «porque el Gobierno ha dicho que no pagará hasta el año 2015 y claro, eso no lo puede resistir. Acciona ha dicho que hasta finales de 2013 o 2014 podría aguantar pero que tanto no es posible», dicen algunos trabajadores que se sienten agradecidos con la empresa por los esfuerzos que ha hecho pero que «comprenden su situación».
El Ayuntamiento de Motril, que hizo ayer de transmisor de esta noticia indicó que se calcula que 150 trabajadores serán despedidos y que afectará a otros 200 empleos indirectos.
Un grupo de trabajadores fue despedido ayer lunes y los días 20 y 30 del mes se marcharán otros. «Fuimos a trabajar como cualquier día y nos anunciaron que ya no íbamos a seguir. Hay gente que tiene préstamos que había hecho sus planes de vida porque nuestros contratos eran hasta final de obra». Cuenta uno de los empleados que el lunes «aquello parecía un entierro». Él mismo tuvo que empezar a deshacer lo que había construido durante seis meses, porque en lo que resta de mes la labor de los trabajadores será «recoger todo el material y meterlo en los túneles», apuntan fuentes cercanas a Acciona.
«Es un drama, había gente que se echó a llorar. Yo el lunes no pude dormir. Esto no tiene pinta de recuperarse», apunta este ex trabajador del Puntalón-Carchuna que se siente «agradecido a la empresa que ha hecho lo que ha podido pero que no ha resistido que el Gobierno le pague en el año 2015». «La empresa no puede poner el dinero porque no son cuatro días lo que le queda para que se lo devuelvan», dice otra fuente de Acciona, que señala que los despidos son un drama porque «hay gente que tiene criaturas y otros que con los meses que han estado trabajando no tienen derecho a paro».
El alcalde de Motril, Carlos Rojas, compareció ayer de manera urgente para anunciar la paralización del tramo Puntalón-Carchuna. «Una nueva desfachatez del Gobierno ya que éste se une al tramo Gorgoracha-Puntalón también paralizado».
«Con esta parálisis 150 trabajadores van a perder su empleo, muchos de ellos de Motril, que ven como de un plumazo el Gobierno se despacha contra ellos, junto a estos empleos directos, se unen más de 200 indirectos, que engloban los movimientos de tierra encofradores, ferrallistas, suministradores, la mayoría pequeñas y medianas empresas de la Costa, que van a ver como su nivel de explotación se resiente».
El alcalde motrileño se preguntó dónde está el método alemán «del qué hablaban los diputados del PSOE cuando bajaron a la Costa, ¿dónde está la voluntad del Gobierno de Zapatero de reiniciar las obras de la autovía y culminarlas en 2011 y en 2012?. Hace apenas una semanas el PSOE en pleno bajó a Motril para llamarnos oportunistas y aves de rapiña porque defendíamos nuestros derechos, ahora qué le van a decir a los trabajadores despedidos y a toda una Comarca que quiere las mismas oportunidades, por todo ello, le pido que den la cara ya que han estado mintiendo a toda la Costa Tropical». Carlos Rojas apuntó que exigirán explicaciones inmediatas al ministerio de Fomento por «haber mentido a los ciudadanos de Motril y la comarca», además pidió al PSOE de Granada «que dé la cara ya que no entendemos cómo es posible que se sumen a una manifestación y den una puñalada trapera a todos los ciudadanos de la Costa sabiendo que esto iba a ocurrir. Pedimos que restablezcan de inmediato las obras y que vuelvan a contratar a los trabajadores y realicen un compromiso firme de pago con los empresarios, para que las obras puedan ir con total normalidad». De lo contrario, el alcalde motrileño anunció nuevas movilizaciones. «No nos vamos a quedar parados, ya nos queremos más palabras».

http://www.ideal.es/granada/v/20100811/costa/obra-tramo-costa-granada-20100811.html

Nadie podrá oir tus gritos

























Fotos capturadas por José Hinojosa Corbacho
http://picasaweb.google.com/crisis.inmobiliaria

Bienvenido Mr Marshall

martes, 10 de agosto de 2010

Dublín y los condados de Longford, Limerick y Cork

Born to be rebuild by José Hinojosa Corbacho.




























































By Paul Henley
BBC News, Republic of Ireland

David McWilliams is the man who coined the phrase "ghost estate" when he wrote about the first signs of a disastrous over-build in the Irish Republic back in 2006.

Now, it is a concept the whole country is depressingly familiar with. Most Irish people have one on their doorstep - an ugly reminder, says the economist and broadcaster, of wounded national pride.

"Emotionally, we have all taken a battering," he says. "Like every infectious virus, the housing boom got into our pores. You could feel it.

"You'd go to the pub and people would be talking about what house they'd bought. And now a lot of people, myself included, think 'God, we were conned'."

'Emotional thing'

Mr McWilliams paints Irish history as one of "economic failure".

"So to have risen so quickly and seemingly in the right direction and then to have that pulled away from us," he says, "it's more of an emotional thing than a financial thing."

There are 621 ghost estates across the Irish Republic now, a legacy of those hopeful years. One in five Irish homes is unoccupied.

If the country immediately used them to house every person on the social housing list, there would still be hundreds of thousands left over.

The obvious question of who people imagined would live in all these new-builds makes Irish people wince now.

But hindsight is a wonderful thing. Only a few years ago, developers feeding money into local government coffers were getting free rein to build row upon row of five-bedroom detached houses on the green outskirts of towns nobody had even thought of commuting from before.

(...)

BBC News - Ghost estates testify to Irish boom and bust
http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/8653949.stm